sábado, 8 de febrero de 2014

Prometeo



No es posible imaginar

a Prometeo en el Cáucaso


-un águila que devora

sin cesar un hígado

y un hombre devorado

sin cesar-


no es posible imaginar

la llaga perpetua


-cosa que no conocen siquiera

las piedras,

los animales que mueren

por la sed

bajo la luz del desierto-


la vida solo es posible

más acá de los páramos


y de la nieve


más allá del Cáucaso


Dejemos que Prometeo

siga devorado por su águila


pero solo

en su crátera griega

e inmortal.






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