sábado, 31 de mayo de 2014

Lemniscata (VI)

[63, 63]


No hay más metafísica en un corazón humano que en la sombra de una piedra. Y el origen de toda metafísica es simplemente 'una naturaleza que gusta de esconderse'. (Heráclito).

[1605, 1605]

Lo que llamamos 'existencia' es el temblor temporal del objeto ante su extrañamiento refractado en la conciencia.

[-1040, 1040]

Esqueje- Quiero escribir aquí pensamientos que podrían ser de cualquiera- y no únicamente los míos-. Y es que quien reúne en un solo espacio el conjunto de sus pensamientos a lo largo de un tiempo, no puede elaborar con ello un libro- el libro es cristalización, posición, determinación- sino que reúne -sin querer- un ramo de flores y raíces distintas, variopintas- y ahí comienza a gestarse la posibilidad de que en ese conjunto variado puedan reflejarse muchos, muy distintos individuos-.

[-468, 468]

Todo variaciones de la misma sinfonía oculta, pero en cada nueva combinación la sinfonía entera renace.

[2200, -1108]

No “enfrentarse” a nada, sino navegar con ello.

[547, 547]

El yo-self, Ich- es solo la refracción de la materia en su movimiento de retorno especular hacia sí misma.

[549, 549]

Horror vacui: hoy en día, más que horror a la nada, nos horroriza la idea del ser.

                                                                                              [1562, 1562]

¿Qué es Dios? Lo absolutamente indeterminado, y como consecuencia, lo que no existe por esencia.

[1228, -1228]

Hierbas secas en el páramo que esperan el milagro.

[838, -838]

El papel en blanco restituye el orden violentado por toda injusticia verbal.







miércoles, 28 de mayo de 2014

Lemniscata (V)


[266, 266]

Postulamos un mundo metafísico, pero también postulamos que ese mundo está constituido por la materia y que ese efecto metafísico tiene como causa principios puramente materiales.


[3039, -269]

La insensatez utilizada en el instante adecuado es la llave del acierto filosófico.

                                                                                               [3037, -271]

Nuestro método no es el de seguir los meandros de un camino elegido, sino el de retornar continuamente a las posibilidades iniciales de todos los caminos.

                                                                                                 [145, 145 ]

El mundo es independiente de mi voluntad” (Wittgenstein). Esto es lo que al loco más le cuesta comprender.

[39, 39]

Lemniscata dixit- Este texto – que no es un texto, sino el registro continuo de un camino, sin mediaciones ni síntesis- no es otra cosa que una teoría- o una investigación- sobre la forma y el contenido, sobre el espacio concreto y su relación con la totalidad (ausente), sobre la artificialidad de todo artefacto literario y sobre la necesidad espiritual que exige trascenderlo. Un metatexto cuyo objeto es su propio recorrido, que solo puede ver desde el instante presente, y que por ello no puede aceptarlo como su expresión perfilada, pura, perfeccionada, sino como un montón de ceniza entre la que crece alguna flor o como las huellas que todo artista querría eliminar del trabajo final, de su obra.

[549, 549]

Horror vacui: hoy en día, más que horror a la nada, nos horroriza la idea del ser.

[1213, -1213]

Los paisajes desolados también inspiran sus antítesis (O Don Quijote en Castilla).

[1212, -1212]

Seres que no acaban de despertar (Pessoa)- seres que no acaban de dormirse (Nietzsche).

[-847, 847]

La violencia puede ser una gran pregunta metafísica.

[-848, 848]

Nada que me ligue a la materia puede hacerme libre; mas lo que me aprisiona en el espíritu me mata.

[-1148, 1148]

La palabra escrita es el producto de la represión de la palabra hablada.

[-1149, 1149]

La respiración en las cumbres es dificultosa; los espacios absueltos de sus coordenadas solo pueden ser habitados por animales extremos.

[-1158, 1158]

El instante amenaza con matar todas las formas, pero lo que prevalece es la aridez del camino.





sábado, 24 de mayo de 2014

Lemniscata (IV)


[-155, 155]


La mística castellana nos enseñó que es más fecundo el éxtasis del páramo abulense que el del bosque teutónico.

[-225, 225]

Allí donde todo es claro, sospecho. Allí donde todo es oscuro, sospecho aún más. Confianza plena en la luz tibia.

[-265, 265]

Todos los lazos cortados, pero el lazo cortado testimonia una antigua comunicación.

[-419, 419]

El hijo pródigo y su hermano regresan los dos al mismo hogar, pero no regresan los dos con las mismas riquezas.

[-1123, 1123]

Residuos de la tormenta- El que escribe aforismos con el propósito de precisamente hacer eso- no porque quizá sea la forma más sencilla de transmitir sus pensamientos, sino porque, a la manera del poeta que quiere perfeccionar la forma del soneto, ensaya continuamente este género- simplemente es un farsante que además fracasará en su tarea. El aforismo que vibra lo es por resultar la síntesis de un pensamiento que fluye en los intersticios entre un fragmento y otro- ese es el aforismo como forma expresiva de un pensamiento-. El aforismo que trabaja el artista como género se reduce a la pieza aislada, al elemento atómico que representa ese aforismo en particular, y por tanto fracasa a la hora de sugerir la existencia de un fluido de pensamiento mayor del que el aforismo sería simplemente un residuo en su camino. El pensador que se expresa a través del aforismo como género no quiere otra cosa, sino esa: concebir su propio pensamiento expresado en una frase como residuo de una corriente invisible que fluye a través de él. Por eso aquellos residuos pueden vibrar en la luz, únicamente por ser los modos fenoménicos en los que se expresa un invisible.


[-529, 529]

Me confundió la diversidad y me perdí entre sus vainas.

[-1125, 1125]

Es inexplicable, pero la vejez existe y la juventud se evapora en serio.

[-1032, 1032]

Las grandes manías del pensamiento son también las que mejor definen las características inalterables del pensamiento humano.

[-1057, 1057]

Un individuo en rebelión perpetua se parece más a un enfermo que a un revolucionario. Y sin embargo, es el mejor revolucionario.

[-1127, 1127]

Son las sombras persistentes de lo que ya ha muerto lo que dificulta el surgimiento necesario de los nuevos frutos.




jueves, 22 de mayo de 2014

Lemniscata (III)


[-1096, 1096]


Lo que llamamos 'espíritu' es el rayo refractado que proyecta la luz de la materia. El problema de la relación entre mente y cuerpo es el problema de la refracción ontológica de la materia.

[-1105, 1105]

Quien celebra con champán la obsolescencia de las ideologías no es el demócrata, sino el magnate sin escrúpulos.

[-1106, 1106]

Es en la praxis y en la comunicación pública donde se disuelven todas las tonterías que el espíritu fermenta en soledad.

[-1112, 1112]

No hay religión más dura que la que nos enfrenta a la caducidad del cuerpo sin la esperanza en una supervivencia del espíritu. Esa es por otra parte la única religión que merece la pena abrazar.

[-685, 685]

Un nuevo yugo se enrolla sobre la columna de cada pensamiento forjado.

[466, -466]

Arrojamos nuestra carta al azar, pero lo hacemos con la persistencia del método.

[469, -469]

Es preciso reconocerlo: Estamos más lejos de los ilustrados que de los profetas medievales.

[-859, 859]

La exposición auténtica de la verdad no se eleva al concepto. Muere en su muda exposición.

[-1072, 1072]

Una sociedad que ha suprimido la historia como su éter legítimo, tiene su Ranke en Wall Street.






lunes, 19 de mayo de 2014

Lemniscata (II)


[698, -698]

Del derrotismo nihilista a la fuerza metafísica del místico------->tan solo gracias a una taza bien cargada de café.

[697, -697]

He cambiado mi desesperación nocturna por una diurna, a fin de aligerarme sirviendo a un nuevo amo.

[696, -696]

Nuestro soporte no es ya la belleza de la pluma o del papiro, sino el espacio ingrato en la esquina de la factura.

[695, -695]

Quien no ha hecho fuego de su escritura, jamás ha llegado a escribir algo.

[694, -694]

Solidez de la ignorancia frente al estado gaseoso del saber.

[693, -693]

Somos cenizas, pero solo porque procedemos de una magna combustión.


[688, -688]

Conozco más de cien niveles en aquello que tú llamas secamente lo profundo.

[687, -687]

Todo un coro de ángeles los pensamientos, pero ángeles que han aprendido la sofística.

[686, -686]

Aquello que quieres decir queda siempre un palmo más atrás de lo que dices.

[685, -685]

Todo estaba seco y entonces se encendió la brasa.

[643, -643]

Dios no habría creado mejor este bello universo que la forma en que lo ha hecho su ausencia.

[642, -642]

No te entenderíamos, Dios, si de pronto ahora dirigieras tu palabra hacia nosotros.

[641, -641]

El silencio de la naturaleza demuestra la vanidad de todo verbo.

[578, -578]

Entre calderos viejos, puertas desvencijadas y macetas secas, se desplazaba la palabra curativa.

[577, -577]

El sonido del tractor, que era la verdadera boca del pueblo.

[576, -576]

Si vieras de dónde he extraído la fragancia de estos frutos, me despreciarías.

[575, -575]

Una desgracia tras otra, pero a diez calles, el viejo canalón sigue portando como siempre sus gatos y ratones.

[574, -574]

Parece que la esquela también se muere junto a quien anuncia.

[573, -573]

El sol no se olvida de alumbrar todos los días el mismo callejón solitario.

[572, -572]

El poste de luz como crucifijo de la era moderna.


[-1028, 1028]

Empecé el templo por el tejado.

[-1029, 1029]


Cierto dominio del lenguaje que nos permita estar en disposición de invitar, sugerir o promocionar la aventura del pensamiento: nuestro máximo rendimiento, que es como decir nuestro límite. Quizá, todo lo que podemos lograr [aquí].

[-1047, 1047]

Los antiguos profetas del fin de las ideologías son hoy los hijos pródigos que llaman desesperados a las puertas del viejo comunismo.




sábado, 17 de mayo de 2014

Lemniscata (fragmentos)



Hay alguien que, al llegar la noche, enciende su vela, baja a una cueva y trabaja en su propia salvación.

*

El faro de los filósofos griegos no da luz, y es que el filósofo moderno ha apagado la bombilla.

*

Marx puso la bondad de la raíz y de las hojas; Stalin la maldad del fósforo.

*


Mis ojos discuten sobre lo que está ante ellos mismos.

*

Nadie se vuelve loco a partir de 40 años, solo retorna a la niñez- ej, Nietzsche, Jung-.

*

 El único hombre para el que no hay devenir está sentado en una silla de paja, con las manos cruzadas y en mitad de un maizal ajeno a todo.

*


Sísifo tiene que visitar a Lao zi.

*

La palabra es un amo muy severo, que sin embargo nunca te solicitó.

*

El vino te convencerá siempre, pero su consejo dependerá del hombre que habite en ti en el momento de su visita.
*
Centrando el compás en el tiempo de la antigüedad clásica, el Apocalipsis no tiene lugar más allá del siglo III después de Cristo.
*
Calcular las cráteras de vino que conducen a la salud, todo un arte entre los griegos- Ateneo
*
La verdad tiene la característica de dormir durante siglos.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Rasgos

                                                                               

Número registrador- Desde aquí- el papel- el observador, es decir, el hombre disminuido, reducido a su capacidad contable y abstractiva- el registrador de los actos, quien cuenta desde el exterior artificial aquellos elementos susceptibles de ser captados, recogidos, por la red de la forma- la actividad teórica sin su correlato práctico, es decir, la actividad teórica castrada, es siempre un modo menor de existencia, que solo se configura como un elemento a la altura de la actividad mundana en casos excepcionales, y que la mayor parte de las veces es el resultado de un reflujo, de la imposibilidad para el pensamiento de manifestarse como actividad- es decir, como cosa pública, política- y que por tanto debe regresar a la caverna, al mundo de las sombras, para instalar su hogar en el único lugar que se le permite habitar: su propia mismidad.

*


El fragmento como espacio libre, que permite evacuar un pensamiento que de otro modo quedaría atrapado por no poseer el estatus necesario para ser reconocible- a través de un texto público- pero que al tiempo condensa ese tránsito, esa mezcla-mixis- de actividad y pensamiento, de devenir que se muestra a sí mismo como trabajo y motor que lleva al acto objetivado, o al pensamiento, digno, ahora sí, de ser reconocido.

*

Solo para iluminar, de forma lateral, el espacio desértico que le presta el hueco del instante, existe el fulgor de la frase.

*

Solo para la conciencia el océano y el desierto son antítesis. En realidad, no son sino hermanos.

*

Todo el conocimiento no es sino un problema de justicia debidamente impartida.

*

Somos como un árbol cada vez más viejo: damos frutos maduros al tiempo que las ramas más altas se inclinan hacia el suelo.

*

Nuestro propio lenguaje limita el acceso que podamos tener a lo absoluto, y por tanto nos frustra; pero solo en él podemos expresar de forma absoluta esta frustración.

*

Es suficiente aquello que logre emanciparnos por un instante de la oscuridad absoluta, sea ello un soplo, una melodía o el simple y temporal retiro del dolor.






lunes, 5 de mayo de 2014

Época de caza


Sobre la meseta

el sol de primavera deja de ser
una luz suave y serena
para convertirse en fuego seco
-de ése que se utiliza
para quemar los abrojos
y las zarzas-

También quienes habitamos
aquí durante un tiempo
supimos que no éramos
sino abrojos y zarzas,

carne abrasada en silencio
y bajo el signo del animal
humillado.

Ahora que comienza
el almendro a florecer
tampoco este fruto será
para nosotros

la meseta se cobrará
su pieza

pues la primavera
es también
su época de caza.






sábado, 3 de mayo de 2014

Elíptica


 De vez en cuando
sucede
-mas cada vez parece
algo nuevo-

en esta ocasión
puede ser un hombre desgarrado
por la desgracia
que se agarra a una botella
y pide ayuda con el amargo
desconsuelo
del que sabe que nadie
vendrá en su auxilio

en otra ocasión
puede ser ese viejo amigo
que parecía confuso
y por fin ha terminado
sus días envuelto en oscuras
tormentas
que no puede explicar

mas también grita en la calle
o charla consigo mismo
como esos seres lúcidos o locos
que hacen un arte del monólogo

un último día
quizá sea esa muchacha
que tan joven conoce
ya demasiado bien qué mierda
es la vida

y embarazada pide una limosna
en el centro comercial
-a su lado el mendigo
la acosa y la violenta
con su puño ensangrentado
y su ira incomprensible-

Solo algo en común
tienen estas escenas cotidianas
que desgarran
el cordón tranquilo
de la simple existencia:

en ellas siempre aparece
un policía o un hombre
uniformado

que intenta con violencia
devolver la pieza errante
a su trayectoria correcta.

No comprende
que esos seres
que llamamos hombres
y mujeres

son planetas de órbitas
excéntricas.




Vórtice



Científicos de la materia inanimada
-estos ancianos de tez joven
que se ahogan día tras día en el mismo vaso
el mismo lugar en la taberna
enmohecido por el peso de los periódicos
viejos y las fotos de los santos

como si un antiguo diluvio universal
hubiera inundado cada rostro de este sitio
cada corazón abierto en vainas de madera
húmeda y olor a buhardillas cerradas
durante décadas completas

otro que enhebra su cigarrillo
con actitud de cazador
-pero qué podría cazarse aquí
sino sombras o reflejos de luz
flexionados por las piedras-
y mira perturbado el vaso de vino
otro océano que amargará su vientre
pero sin duda lo único que se puede
hacer aquí

eso y esperar el nuevo féretro
que ya descansa en el altar
y es honrado por mujeres jóvenes
vestidas como para una fiesta
-aquí es lo mismo
el funeral y el día festivo-

pues es lo mismo
aquello con lo que se riega
el corazón

lo mismo la mirada turbia
y sin objeto
que se posa sobre la mosca
aburrida

lo mismo el viejo
que no quiere reconocer
su senectud
y lo mismo el joven
que ya es demasiado viejo
como para reconocerlo

incluso ahora cuando
se honran estatuas y se celebran
los frutos brillantes del olivo
y la vid

algo se detiene
y entonces parece que hemos
alcanzado
el límite exterior del tiempo

en el último trago
del muchacho cansado

se pliega sobre sí
el día que muere

para cerrar de nuevo


el círculo.


jueves, 1 de mayo de 2014

Sadhu



En la orilla
de ese mar de muertos
al que llaman Ganges

levanta el sadhu la sagrada pira
con el alimento
de su cuerpo.

Shiva mira desde el otro lado
esta ofrenda a la ceniza
puesta sobre cabellos trenzados
y un altar de arcilla
y huesos.

No es muy distinta
esta filosofía de la que muchos
profesamos;

unidad en la materia
y recuerdo constante de la muerte

son nuestra llaga
y nuestra guía en este blanco

pedregal.