[-1170,
1170]
Elogio
de la aurora- 'Aquel hombre que no cree que cada día contiene
una hora más temprana, sagrada y auroral que la que él ya ha
profanado, desespera de la vida y avanza por un camino descendente y
oscuro' (Thoreau). Abominar de los lunáticos, de los insomnes, de
los noctámbulos. Alimentar el pensamiento auroral en detrimento del
pensamiento del crepúsculo. Poetas de la luz (Goethe) frente a
poetas de la oscuridad (Trakl). La hora de la lucidez y de la alegría
es la hora mantinal. La noche- como decían los viejos- se hizo para
dormir.
[-1171,
1171]
La
humildad del pensamiento ante el número que iguala todas las cosas,
todos los seres. ¿Y qué es el número, sino lo que queda una
vez realizado el trabajo del devenir?
[-1169,
1169]
Elogio
de la impureza- La hibridación- en el reino animal, en los
géneros literarios, en el propio pensamiento- es interesante porque
revela el carácter artificial de toda forma- durante un
tiempo los individuos híbridos o intermedios en la gran cadena del
Ser de las ciencias naturales plantearon el carácter forzoso de
las categorías taxonómicas- y así un empirista como Buffon pudo
imaginar una continuidad entre el ser más desarrollado de la cadena
animal y el animal más simple. De igual modo, las hibridaciones y
bifurcaciones incompletas en los géneros literarios revelan el
carácter artificioso del pensamiento- el filósofo impide que la
poesía colonice su tratado, el ensayista da forma completa a su
texto sin permitir demasiadas incorporaciones ajenas a su tema
principal, el científico destierra de su campo de investigación
todo objeto que haya incorporado previamente a su catálogo de
objetos metafísicos, etc- dominado por la forma; y es así como ese
pensamiento tiene siempre un carácter artístico- el dominio
de la forma sobre la materia que secciona y selecciona el campo de
fuerzas de lo real- mientras que el pensamiento híbrido ( el
pensamiento impuro) revela el trasunto eterno, la materia de fondo
que fundamenta toda pretensión de la forma por conquistar su orgullo
y evidencia la impermeabilidad en último término de la materia
frente al acto, de la red del pensamiento homogéneo frente a sus
estribaciones impostadas. También aquí hay solo individuos- no
categorías, que, como decía Buffon de los métodos artificiales,
'hablan de seres abstractos que no se parecen en nada al ser real'.
[-1180,
1180]
Sacrificio-
Toda escritura implica un sacrificio, una amputación preciosa de la
realidad, que es inevitable para que la escritura adquiera
consistencia. Incluso allí donde diríamos la escritura logra una
capacidad de síntesis virtuosa, a medio camino entre la belleza
artística y la condensación del conocimiento- lo que todo pensador
vibrante trata de lograr a través de axiomas, sentencias, fórmulas-
también hay una no menospreciable amputación de lo real que se
manifiesta como amputación del discurso. La sentencia que vibra ha
de hacerlo al precio de callar los áridos mecanismos que también la
harían perdurar en el tiempo, si pudieran darle la voz justa. En
suma, la escritura y la justicia son cosas excluyentes.
Toda escritura implica mover la balanza y por tanto desequilibrar el
flujo natural de lo real, que con ello queda transfigurado al tiempo
que mutilado y desechado.
[-1181,
1181]
El
problema de la forma es también el problema de aquella
justicia para con las cosas. Pero quien forma violenta lo
real; el formador- ya sea poeta, filósofo, político,
dirigente- no puede buscar la justicia de las cosas, aquella justicia
que llevaba a los filósofos presocráticos a suponer un logos
supratemporal que regía los fenómenos del universo. El dominio de
la forma es el quebrantamiento material, la disección de lo informe,
la irregularidad. Lo informe y uniforme es la
resistencia, el obstáculo material que halla la propia materia en
desarrollo hacia su forma, que es también el desarrollo hacia sus
poderes formativos. El problema de la forma es también el
problema de la política desde Karl Marx: si hay que transformar el
mundo o simplemente comprenderlo. Ambas son tareas formativas, pero
solo la primera tiene verdadera conciencia sobre su carácter formal.
[-1140,
1140]
Primero
como tragedia, después como farsa- La historia se anula en la
solidificación de las heridas, en el establecimiento arbitrario de
una lucha que resulta como consecuencia de un agotamiento; en el
sanatorio de la post-historia el enfermo estimula sus músculos y
ejercita su inteligencia, preparándose para el nuevo orgasmo que le
espera a la salida del hospicio; pero esta vez no retornará la
historia, sino un simulacro de la misma; la reproducción en cartón
de lo que una vez fue una epopeya y un derramamiento de sangre
sancionado por los más altos ideales, las más selectas de las
teorías sociales; volverá la historia como un surco arrancado del
río principal y con actores de segunda categoría; mas todo lo que
caracterizaba a la lucha retornará, con su dolor, su sufrimiento,
sus éxtasis. Preparémonos para la farsa de la historia con las
armas que nos proporcionó una vez la tragedia de la historia.
[-1139,
1139]
El
sueño de la paz ensaya para el amargo despertar de la guerra.
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